EGB
- Una buena capacidad
auditiva para oír y para discriminar sonidos.
- Una memoria auditiva para
retener lo escuchado y el orden en que se han presentado los sonidos.
- Una memoria visual
para poder representar un modelo de letra a escribir que surge por
asociación con ese sonido.
- Una motricidad fina
adecuada y suficiente para poder reproducir los modelos que nos
representamos mentalmente.
En este momento, la lectura comprensiva es un apoyo
importantísimo que potencia la escritura. Es decir, hasta ahora el niño ha
podido ir bien en la escuela porque no se ha requerido de él más que la copia
manual o la asociación de sonidos a letras para leer.
Sin embargo, ahora aparece la representación mental y suele
coincidir con el cambio a primaria, a los 6 años. A esta edad es cuando
empezamos a ver qué niños tienen un aprendizaje fluido, tanto de lectura como
de escritura, y qué niños empiezan a estar desfasados respecto a sus
compañeros.
Es importante señalar que las
funciones motrices que intervienen en la escritura tienen un proceso madurativo
lento, así como que el desarrollo de la lateralidad corporal alcanza un nivel
suficiente entre los 6 y los 7 años, por lo que los aprendizajes desarrollados
en educación infantil (aunque la mayoría de los niños llegue a escribir sin
problemas) deben considerarse más bien de preescritura: con otras palabras,
interesa prolongar el trabajo de aprendizaje de la escritura hasta los ocho
años para asegurar que la totalidad de los alumnos encuentra ocasiones y el
apoyo para escribir bien.
Pero hasta llegar a afianzar y
culminar el proceso de escritura, automatizándolo, también deberán pasar por
tres fases diferenciadas:
Precaligráfica: de 5-6 años los alumnos escriben
muy despacio, letra a letra, mirando a menudo el modelo. Entre los 6-7 años es
la etapa de la transcripción de la palabra dictada o de las suyas propias.
Caligráfica:
a partir de los 9 años. Los niños son capaces de escribir fácilmente al
dictado, pero su ortografía todavía es muy insegura, por lo que les cuesta
escribir libremente. El objetivo de esta etapa será automatizar la escritura,
regularizando los trazos y haciendo hincapié en aprender las reglas
ortográficas.
Postcaligráfica:
sobre los 11-12 años. La escritura está casi automatizada, lo que hace que el
alumno tienda a modificar su tipo de letra. En esta fase es fundamental que
hagan comentarios de texto y redacciones.
Hay que ayudar al alumno en su
desarrollo real mediante intervención (aprendizaje suscitado desde el exterior
por el adulto u otros compañeros), incidiendo en lo que se denomina la Zona de
Desarrollo Próximo (ZDP), ámbito en el que tiene lugar el verdadero
aprendizaje, ya que es la zona donde se sitúan las potencialidades del alumno.
No hay que esperar por tanto a que este alcance un determinado grado de
madurez, sino que será esa intervención la que empujará para conseguirlo.
Según la Teoría de Piaget, los niños empanzarán a
utilizar un pensamiento lógico sólo en situaciones concretas. En este periodo
pueden realizar tareas en un nivel más complejo utilizando la lógica, así como
realizar operaciones de matemáticas. Sin embargo, aunque hayan hecho un gran
avance con respecto al periodo pre-lógico, en este periodo del desarrollo
cognitivo pueden aplican la lógica con ciertas limitaciones: Aquí y ahora, siempre les resulta más
fácil. Todavía no utilizan el pensamiento abstracto, es decir, el aplicar
conocimientos sobre algún tema que desconocen, aún es complicado para los niños
de esta edad.
Retraso en el desarrollo de mi hijo/a ¿Debo preocuparme?
Recordemos
somos los adultos los que debemos aprender a comprender a los niños, a
apoyarlos, a estimularlos y a disfrutar de ellos en cada etapa.
Se sugiere realizar con los niños
de 6 a 11 años actividades como:
- Ayuda
a potenciar su pensamiento reversible: Practicar estos ejercicios pueden ayudar a desarrollar su capacidad
lógica y de razonamiento. Importante para el manejo de números y
matemáticas, pero también para el desarrollo de su vida adulta.
- Potencia
su capacidad de razonamiento: Ayúdale a
que se cuestione hechos concretos.
- Utiliza Juegos mentales validados o programas de
estimulación cognitiva para niños: Aprovecha
la gran plasticidad neuronal que se da
en los primeros años del neurodesarrollo, para estimular y potenciar el rendimiento
intelectual en la infancia y adolescencia. Para re-entrenar y
mejorar las habilidades mentales que más necesite cada niño.
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